Lunes, 19.00 hrs., mes de Enero, durante el día ha llovido y ahora hace frío, repasas por última vez los detalles de la sesión que comienza dentro de 5 minutos que has preparado concienzudamente, piensas por enésima vez qué vas decirle al grupo tras la derrota del Domingo que te “afianza” en los puestos de atrás, vas a recoger esas setas necesarias para los rondos con los que has pensado empezar y suena tu móvil…………
“Míster, perdona, pero es que tengo el dedo del pie un poco hinchado de una patada de ayer; no puedo ir a entrenar, pero espero estar bien para el Miércoles”, ¿A que no os resulta muy extraña esta situación?
Es más, posiblemente, este jugador sea el mismo que hace 2 semanas faltó porque ” es que mañana tengo examen”, y hace 4 porque “es que llevo todo el día sentado en la taza”, y hace 7 porque ” es que……”, este conjunto de vicisitudes no son más que síntomas de una “Patología” que responde al nombre de “FALTA DE COMPROMISO“.
Estos jugadores tan “accidentados” siempre son los mismos, con dolencias que jamás aparecen los viernes y que los Domingos no dejan rastro ni en la memoria, SON, SIMPLEMENTE, JUGADORES SIN COMPROMISO.
Por otro lado, tenemos jugadores (la mayoría), que llueva o nieve, haga frió o calor, se haya ganado o perdido, sean estudiantes o no, acuden siempre al entreno, ESTOS SON, SIMPLEMENTE, JUGADORES COMPROMETIDOS.
Así, sin más, esto no parece un problema que vaya más allá que la readaptación y ajuste de una sesión a la falta de última hora de un jugador (o más), pero no es así, ¿por qué?. pues por que la falta de compromiso es un mal contagioso que acaba afectando a jugadores inicialmente leales, Y AL FUNCIONAMIENTO GLOBAL DEL GRUPO. Hasta aquí, creo que cualquier entrenador que haya corrido por el fútbol modesto estará más o menos de acuerdo.
Pero ahora es cuando pueden aparecer las desavenencias. ¿Cómo se contagia esta falta de compromiso? POR LA MALA GESTION Y ERRÓNEAS DECISIONES (O AUSENCIA DE DECISIÓN) DEL ENTRENADOR AL RESPECTO.
Sí, sí, porque este tema hay algunos/varios/pocos/muchos de nosotros que lo resolvemos de forma fatal. Es más, simplemente no lo resolvemos porque ni siquiera lo afrontamos. Este jugador de múltiples “dolencias” no hace más que aprovecharse de nuestros miedos y más aún si es de los que nos puede hacer ganar un partido con una jugada de calidad.
¿Acaso este jugador no va a jugar el fin de semana pese a sus ausencias? ya os contesto yo. SÍ QUE JUGARÁ. Es el que las mete, o el que las para, o el que mueve el equipo…… ¿O no?, porque, si no fuera así, uno de los importantes y el fin de semana lo dejáramos en el banquillo, ¿acaso no cambiaría su actitud?
Y claro, si el comprometido que sí cumple, que viene al entreno llueva, nieve, haga frío o calor, tenga o no examen, lo condenamos al banquillo para poner al “figura”, ¿qué va a hacer? pues acabará también por ausentarse por causas más o menos superfluas. ¡YA TENEMOS EL CONTAGIO EXTENDIDO!
Así, cuando llegamos a media temporada, el frío hace presencia, la noche aparece temprano, la Champions nos ofrece los partidos decisivos, vemos entrenos de equipos en los que aparece la mitad de la plantilla, donde la sesión acaba siendo un devenir insulso y sin sentido alguno, vamos, donde lo que vemos es cualquier cosa menos un equipo, en resumen, el principio del fin. PROTEJAMOS Y MIMEMOS AL JUGADOR CON COMPROMISO.
El jugador “figura” sacará al equipo de un apuro en un partido, los jugadores comprometidos sacaran adelante al equipo en la liga. Si un jugador no entrena, ¿Cómo es posible que lo pongamos el domingo y sentemos al que siempre está? ¿No es una falta de respeto del primero hacia el grupo y hacia nosotros cada excusa que pone para justificar sus ausencias?
Y, por encima de todo, ¿ACASO NO ES UNA FALTA DE RESPETO NUESTRA HACIA EL JUGADOR COMPROMETIDO Y HACIA EL GRUPO OBVIAR EL PROBLEMA Y PONER AL “FIGURA” POR ENCIMA DE SU FALTA DE ACTITUD?.
No sé, según que decisiones las puedo llegar a entender en el mundo súper profesional, donde hay intereses económicos por medio por parte de todos, y donde solo vale el partido que viene, donde una derrota puede acarrear un cese.
Pero en este, nuestro fútbol, ¡qué justifica lo que denuncio! Si el que falta es tan bueno, ¿Que hace con nosotros, en este fútbol tan sacrificado y sin compensación alguna que vaya más allá, realmente, de la simple satisfacción por practicar y mejorar en un hobby que tanto nos gusta?.
Y ya no digamos si tratamos con un equipo de fútbol base ¿Qué valores transmitimos? Es más, incluso dándole una importancia capital a la victoria, ¿No somos capaces de ver que a medio plazo los únicos que pueden llevar el equipo hacia sus logros serán los jugadores que hacen equipo y “están siempre”?.
No sé, llevar un grupo de personas siempre es complicado, que la variedad de grises es infinita, pero hay situaciones repetitivas ante las cuales TODOS DEBERÍAMOS TENER CLARO COMO ACTUAR, pero a la hora de la verdad vemos en un tema como el que planteo, que no es así. PREMIEMOS EL COMPROMISO.
JOSÉ MANUEL Entrenador Nivel II y ex-Arbitro – Fútbol en positivo
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2020