Vamos a desempolvar los archivos históricos del Estadio El Peñón y de los elementos que en todas las épocas que ha existido el futbol en esta ciudad han actuado defendiendo los colores de sus equipos favoritos, para recordad a aquellos que en lejanas épocas vistieron la elástica y a su vez cooperaron para quee un recinto destinado a vertedero de basuras, se convirtiera en el actual flamante Estadio El Peñón.
También estas líneas podrían servir para nuevas generaciones, desconocedoras de su fundación y que ignorando su origen, sacrificios y otros elementos surgidos en aquellos tiempos, lograron dar principios a esta obra donde en la actualidad se puede practicar este deporte ídolo de todos los tiempos.
Remontándonos al año 1920 (Fecha aproximada de sus comienzos) cuando en la práctica del fútbol no existían tácticas futbolísticas y solo se jugaba por amor a los colores que llevaban encima, cuando el futbolista se costeaba los ajuares deportivos, pagaba el calzado y amortizaba las locomociones en los desplazamientos a otras localidades donde iban a actuar, nació el que más tarde se llamaría Estadio El Peñón. Su nombre viene de la peña que en el lado este existe, conocida por el nombre del Peñón y que remata en el signo de la Cruz en memoria de aquel fraile que oró infinidad de veces en aquel lugar, invocando sus plegarias al altísimo, como remanso de sus soledades, ignorando que más tarde se iría a convertir los alrededores de su oratorio en reuniones de masas de todas las aficiones, tanto Portuense como de toda la isla.
Recodando su iniciación, vemos la cooperación de aquellos entusiastas de entonces en el afán de convertirlo en terreno practicable a aquellos escasos metros de terreno robados al mar, para nacer el pequeño rectángulo de 45m de largo por 32 de ancho y dar comienzo a corretear con el balón, dar realidad a lo que ellos llamaban fútbol. Nos brindaron hermosas tardes de emocionante fútbol los primeros iniciadores de la construcción del estadio los desaparecidos equipos: Puerto Cruz, Peñón y Martianez que fueron los tres conjuntos que rivalizaban sus supremacías de aquella época. No podemos olvidar sus componentes, figuras de antaño como Juán García “La pantera roja” como solían llamarlo sus incondicionales por sus magnificas intervenciones en la puerta del Puerto Cruz y que más tarde figuró en la plantilla del C.D. Tenerife de la capital. De este mismo club tuvimos a Gundemaro, Manolillo Hdez., Carmona, Juanele, Alfredo, Miguel Gómez, Pepusa y los extranjeros empleados de la extinguida firma comercial “Fyffes”.
Del Peñón recordaremos a Pinilla, Arceo, Guillermo, Canales, Galindo, Benjamín y otros no recordados por el tiempo ya transcurrido; y pasando al Martianez tenemos que mencionar a José María, alma y nervio del equipo, Paquillo “El Negro”, Periquita, Soruga, Juan Del Pino y otros, pasando mas tarde a engrosar los anteriores equipos citados. A todos estos, unos ya colocados en los sitios que Dios habrá destinado y otros conviviendo en la actualidad con sus sucesiones, se les debe mucho de este histórico Estadio El Peñón logrando sus primeros peninos, pero sin olvidar a los desaparecidos caballeros deportistas Aurelio López Mora y José Rguez y Rguez., ambos paladines rectores de los clubes Puerto Cruz y Peñón y que tanta parte activa tuvieron para mejor realidad de su empeño, pasado más contemporáneo, pero dentro de este pasado tenemos a estos magníficos equipos Puerto Cruz, continuador de aquel San Telmo y Juventud. Estos tres clubes fueron dignos continuadores de los ya desaparecidos en la época en la que militan brindándonos inolvidables tardes de suma emoción y color deportivo, principalmente los dos primeros citados, eternos rivales que fueron siempre y cuando saltaban al campo erapara “Sudarla camiseta” por afanarse en dejar bien puesto el pabellón de su equipo. A estos tres le debemos el nuevo estirón que sufrió el Estadio El Peñón consiguiendo una cancha de 90m de largo por 45m de ancho dimensiones que harían mejor la práctica del fútbol.
De este periodo recordaremos a los militantes más destacados para no cansar la atención del lector, tendríamos por el Puerto Cruz a: Matheu, Bernardo, Márquez, Padrón, J. Rguez. Moncho entre otros y por el San Telmo recordaremos al “Vitoriero”, Chaval, Parabán, Manco, Michel, Álvarez, Olegario, León Etc. Finalmente nos viene a la memoria por parte del Juventud: Francisco Ortiz, Pichá, Barretito y Agustín entre otros.
Continuando las narraciones de esta historia del estadio El Peñón y los elementos que han actuado en él por todas sus épocas, vamos llegando al moment5o cumbre de su historia, época que podríamos llamar de verdadera culminación del sueño ansiado por todos los aficionados Portuenses, época grande del fútbol del Puerto de la Cruz, época de la gran gala por haberse conseguido la meta añorada: Un buen recinto para la práctica del fútbol y un equipo en primera categoría regional. Antes de seguir por el fin daremos paso a esta época de oro del fútbol Portuense.
Extinguidos los equipos Puerto Cruz, San Telmo y Juventud por el año 1936 y parte del 37 surge la idea de la fusión de los dos primeros citados por sugerencias del incansable Sr. Pérez Noda, que puesto al habla con el que suscribe y por entonces, el primero regía los destinos del Puerto Cruz y un servidor la secretaría del San Telmo, nació el flamante Unión Portuense, cuyas primeras reuniones se efectuaron en mi domicilio, contando la dicha de que tan prestigioso club naciera en mi casa, bajo mi mismo techo y por el que me desviví en cooperar para su mejor florecimiento en bien de toda la enorme masa de aficionados que los seguíamos.
Constituida la junta Directiva, presidida por el citado D. Pedro Pérez Noda y como secretario el firmante, comenzamos nuestra lucha secundados por los demás componentes de la junta a hacer realidad, lo que antes, en años pretéritos nuestros antecesores pusieron la primera piedra. Se hizo del Estadio El Peñón lo imposible, se movilizó a casi toda la afición para que cooperara en la obra. No podemos olvidar a los que jugaron en una parte muy activaa los Señores: Don Lorenzo Hernández y Hernández y Don Julio Cruz González, almas vivientes de nuestro empeño.
En poco tiempo logramos el mejoramiento del recinto, parte importantísima para poder garantizar las recaudaciones en los encuentros, se alargó más la cancha de juego lográndose las dimensiones 103m de largo por 60m de ancho medidas máximas para la práctica del fútbol. Durante todo este proceso de obras surge lo grande de nuestra historia comentada, el ascenso a primera Regional del Unión Portuense después de batir a tres encuentros con el no menos histórico Real Unión de Tenerife y por el que siempre he guardado mis simpatías, ayer, hoy y mañana. Fiesta mayor en el Pueblo el día del ascenso, música en las calles, jugadores a hombros por sus seguidores y banquete en el Hotel Marquesa.
Después de tanta alegría nos vienen las complicaciones por destinos de las reglamentaciones Federativas, vallado del terreno de juego, casetas vestuarios para jugadores y árbitros y otros elementos imprescindibles para militar en la tan ansiada primera categoría. Todas estas dificultades de última hora no fueron mella para nuestro ánimo y en el tiempo record, imposible de creerse (25 días) se levantaron casetas para jugadores y árbitros – botiquín, vallado y cuarto que exigía la reglamentación en estos casos. No se pueden seguir recordando tiempos pasados si hacer un nuevo paréntesis para agradecer a Don Pedro Pérez Noda este último esfuerzo, sin él tal vez no hubiésemos hecho nada, sus ánimos y su gran optimismo, sus arengas a los trabajadores, fueron inyecciones tan vigorosas que se hizo realidad lo que en un principio nos parecía casi imposible.
Los lazos del destino nos privo de poder ser continuadores de nuestra obra. Fuimos depuestos de nuestros cargos dejando el puesto a otros compañeros con la obra bien cimentada, campo de fútbol y buen equipo que tanta gloria nos deparo en el transcurso de su vida pero… La mala estrella se ciñó en nuestro Unión Portuense y desapareció como nombre naciendo el C.D. Norte (Cosa que nunca se debió hacer) y solo tuvo una leve vida, como una estela que se esfuma para siempre y con él todos nuestros esfuerzos, nuestros anhelos de toda la vida y su categoría para no volver a recuperarla jamás y por fin… Se borro su nombre el cual nunca debió haber nacido.
Llegamos al final de esta historia, el presente y futuro del Estadio El Peñón y sus actuantes en su transcurso de vida.
Con la desaparición del C.D. Norte murió toda la afición a este bello deporte en el Puerto de la Cruz, llegando el momento que casi no se recordaba que tal deporte existió, pero este olvido fue tan solo una hoguera que se apagó pero quedando sus cenizas en el rescoldo, sin extinguirse, esperando a quienes las reavivara y esa persona surgió, nació un nuevo Pedro Pérez Noda , Santiago Rguez., C ayetano Martín, Adolfo Rguez., Alfredo García etc. Nació nuestro continuador, nuestro vivificador del deporte Portuense, recayendo en la persona del incansable D. Roberto Hdez. Illada. Este magnífico deportista de nuestros tiempos fue el encargado de rehacer el fútbol en el Puerto de la Cruz, y a él y nada más que a él, se le debe el volver por sus cauces las grandes masas de aficionados con que hoy cuenta el C.D. Puerto Cruz.
Recordamos sus iniciaciones con sus “Piratas”, equipo de sus amores, él perfiló nuestra época con sus mayores esfuerzos, logrando un buen conjunto admirado por los de casa y extraños y a él porque no también el Estadio El Peñón en su día le deberá la totalidad de su obra puesto que actualmente este secundado por la junta Directiva que rige los destinos del C.D. Puerto Cruz. La culminación de esta gran obra se financio única y exclusivamente con las recaudaciones de los encuentros celebrados en esta ciudad y varias aportaciones de varios aficionados que sienten el deporte favorito de todos los tiempos dentro de sus venas.
He aquí su historia, sus bondades y sin sabores del estadio El Peñón y sus actuantes de todas las épocas, terreno decano de todos los hoy existentes en la Isla de Tenerife, por su perseverancia desde su iniciación y por sus históricos encuentros que en él se han competido. Pido excusa a aquellas personas que hayan tomado parte activa en el mismo y sus asociaciones y que por olvido habré dejado de reseñar y solo me resta desear al Club Deportivo Puerto Cruz que sepa corresponder a aquellos que ya en épocas muy lejanas comenzaron a dejar el pabellón de esta ciudad muy alto, para que sean dignos continuadores del espectáculo número uno por su arrastre de masas de toda España y del Mundo entero.
D. Santiago Rodriguez.
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2020